Las devastadoras inundaciones que azotan el estado de Rio Grande Do Sul, en el sur de Brasil, han dejado tras de sí una estela de tragedia y desolación. Según los últimos informes, el número de muertos ha alcanzado los 108, mientras que 136 personas continúan desaparecidas, sumiendo a la región en un estado de emergencia.
Las intensas lluvias que comenzaron la semana pasada han generado caos y destrucción, cobrando la vida de al menos 85 personas y desplazando a más de 150,000 habitantes. El impacto del desastre se ha extendido a más de un millón de ciudadanos, según estimaciones del gobierno local.
Además de las víctimas fatales, las autoridades han registrado 361 heridos y continúan la búsqueda de 132 personas desaparecidas, aumentando el temor de un aumento en el número de víctimas en los próximos días.
Las imágenes de satélite revelan la magnitud del desastre, con importantes ríos desbordados y desviados de sus cauces habituales. En ciudades como Canoas, con una población cercana a los 350,000 habitantes, varias áreas han sido engullidas por las aguas.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó la zona afectada el domingo pasado, destacando la colaboración entre todos los niveles de gobierno en respuesta a la emergencia. El gobernador del estado, Eduardo Leito, advirtió que el número de víctimas podría aumentar a medida que los equipos de rescate accedan a áreas aún no exploradas.
Los meteorólogos atribuyen las intensas lluvias a una combinación de factores, incluida una vaguada en la región, un corredor de humedad del Amazonas y una ola de calor en la región central del país. Esta confluencia de condiciones climáticas ha generado un clima inestable y lluvias persistentes sobre Rio Grande do Sul.
La situación continúa evolucionando mientras las autoridades y los equipos de rescate trabajan incansablemente para brindar asistencia a las comunidades afectadas. Mantente informado con «Soy Chihuahua» para actualizaciones sobre esta trágica situación.
